miércoles, febrero 14, 2007

Entrenando con el enemigo.

Día 1 lunes
No me puedo mover, aun seguí haciendo esfuerzo, el trabajo no termino y la lucha recién empieza. O ni tan siquiera arranco.
Martes
El día siguiente mucho peor, el dolor ha crecido, pero lo soporto estoicamente. Nada lo debe saber.
Día 2 miércoles - hoy
Con un poco de dolor de primer día sumado al de hoy, seguí haciendo trabajos forzados. El entrenador me dijo. “te dolieron los hombros?” “Si, un poco”, respondí. “Hoy te van a doler peor”, me replico. “Y el viernes no vas a poder caminar”, agrego.
La metamorfosis ha comenzado. El dolor es solo parte del cambio que se requiere. Y esto recién ha empezado. Al principio, es lo más difícil.
“Porque me duelen los ojos? Porque nunca los has usado”.

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